REFLEXIONES

Yo sobreviví a una depresión...

Querid@s amig@s BienSERistas...

Hace mucho que no escribo... lo sé... parece como si las palabras no surgieran con la misma fluidez como cuando empecé el blog hace ya un año y medio...pero sé que irán apareciendo cuando tenga algo que contar y compartir con vosotr@s como está ocurriendo ahora.

Hace tiempo que vengo pensando si me "atrevería" a escribir esta reflexión... Puedo haberos contado mis experiencias, vivencias, reflexiones profundas, incluso emociones, pero hasta ahora, no me había atrevido a contaros quizá, el episodio más complejo que he vivido en mi vida. No puedo decir que haya sido el más doloroso, pero sí de un sufrimiento muy marcado.

Levantar la voz, y entonar el "yo tengo/he tenido depresión" cuesta, y cuesta mucho, no sólo por lo que significa para el que lo vive, si no por lo que significa para los que lo conocen. La depresión está ampliamente extendida entre nosotros, pero tendemos a vivirla en silencio, con cierta vergüenza y rechazo por tener la sensación de no haber sido capaces de gestionar nuestras emociones y que como consecuencia, tengamos que pedir ayuda a profesionales de la psiquiatría y de la psicología... y esto, para los que pedimos ayuda, porque hay muchisima gente que vive esto en silencio, con horror, dolor, sufrimiento, soledad y mucha vergüenza.

Si me preguntas... ¿pero qué pasó para que tuvieras una depresión? te diría, ni idea... no tengo ni la más remota idea... aunque sí he de confesar que había ido teniendo algún proceso de "indigestión emocional" en los años anteriores...además del fallecimiento de mi padre y mi hermano en el 1998 y la enfermedad de mi sobrina en el 2007, había vivido una operación que me tuvo fuera de juego más tiempo del esperado, el fallecimiento de mi suegro, la detección de un bulto en mi pecho que al final quedó en nada grave, una decepción importante.... Todo esto tuvo que marcar la base, sumado a que creo que mi gestión de las emociones dejó de ser eficaz y todo me cayó encima como una mole.

Todo esto también estuvo unido a un cambio vital en mi vida donde se mezclaron varias cosas: había tratado de quedarme embarazada pero tras dos años intentándolo, decidimos ponernos en manos de profesionales, y justo eso, no me digas por qué, aceleró mi separación de mi amigo y compañero de toda la vida... y esto coincidió con una muy mala experiencia laboral que me hundió en el pozo. Bueno, que me hundió no.. nada te hunde o te eleva, más que uno mismo... pero es cierto que estos acontecimientos, a mis 38 años de edad, me llevaron a iniciar un camino nuevo, sin la red de seguridad que conocía, y con una gran crisis de identidad... ¿quién soy?, ¿qué pinto yo aquí?, ¿qué quiero de mi vida?, ¿qué quiero de mí?, ¿qué siento?, ¿qué busco?... respuestas que no podía responderme y que golpeaban mi cabeza con fuerza.

Y así, poco a poco, comienzas a meterte en un pozo muy profundo y muy oscuro... ya no sabes ni estar contigo misma... nada funciona, todo duele, y duele mucho... y te puede dar por dos cosas... salir mucho y buscar "anestesiarte" de todo el sufrimiento y callar esa voz interna que te dice... ¿pero Silvia, quién eres...?, o te da por encerrarte en ti mismo, porque si no te entiendes tú, ¿cómo vas a pedir que alguien te entienda?. 

Yo tengo mucha suerte de tener a mi familia y grandes amigas que me acompañaron, pero claro, no entendían nada... no podían entenderme, y yo sentía una frustración tan grande.... Es muy difícil convivir o acompañar a un depresivo... mucho.... así que gracias a todos los que estuvisteis ahí conmigo... mil gracias!!

Podría escribir un texto larguísimo entrando en detalles de lo que pasó y sentí, pero quiero ir directamente a la recuperación.. porque SÍ SE PUEDE! se puede vencer a esta enfermedad y volverse más fuerte, más sabia y conociéndote más... puedes volver a enamorarte de ti, a disfrutar-te, a querer-te, cuidar-te y respetar-te por todos los días de tu vida... como en los matrimonios.. :)

¿La clave?... hacerlo con ayuda, ayuda de profesionales.. yo fuia un gran psiquiatra y una gran psicóloga, y no fue hasta que combiné ambos que empecé a ir a mejor poco a poco, lenta pero segura, hasta donde estoy hoy. Confía en ellos, ponte en sus manos, y te puedo asegurar que la luz y el descanso se encuentran... no es un camino fácil, pero es vital para lograr encontrar-te de nuevo...

No estás sol@, no eres la/el únic@ que estás viviendo esto... somos muchos los que estamos luchando por nuestro BienSER... y eso, amig@ mí@, es de valientes, de gente con mucha fuerza, gente que busca estar mejor, sentir mejor, vivir mejor... y eso, es de gente que merece mucho la pena...

Yo también tengo/he tenido depresión... ¡¡¡no estás sol@!!! Yo también... #Metoo.

Con toda humildad te invito, a que si necesitas hablar con alguien, me escribas a bienserybienestar@gmail.com

¡NO ESTÁS SOL@!... 

Reflexión de Fin de Año

Querid@ amig@s BienSERistas;

hoy, me he despertado recordando la broma que siempre me hacía mi abuelo los 31 de de diciembre... me decía: "tienes más orejas que días tiene el año" :D. Ese humor sabio, de pueblo y corazón noble... Luego esa broma se la iba haciendo yo a todo el mundo con el que me cruzaba... ya sabéis, las cosas de vivir en un pueblo donde todos nos conocemos y todos somos de alguna manera "familia"....

A unas horas de acabar con este particular año, quería compartir con vosotros este texto, estos pensamientos, esos sentimientos... y sobre todo, y lo más importante... desearos una buena salida de este 2020 y una gran entrada en el 2021... con salud, amor, ilusión y serenidad.

Este 2020 ha sido un año duro, diferente, extraño, doloroso, de recogimiento, de miedo, de incertidumbre, de cambio y adaptación constante, de cruzar muchas veces hasta nuestros propios límites. Yo en mi caso no puedo decir que me haya tratado mal. Gracias a Dios, toda mi gente querida está bien, no hemos sufrido pérdidas y laboralmente estamos más o menos decentes. Pero eso no quita que sea consciente de todo el sufrimiento que otra gente ha tenido y está teniendo... o bien porque lo han sufrido en primera persona, o bien porque han perdido a alguien querido, o bien porque están en primera línea haciendo frente a este virus.

Creo que ha sido un año que está probando nuestra capacidad de adaptación y resiliencia, donde lo que pensamos que jamás podría pasarnos, nos está pasando... ¿quién se habría imaginado un cierre de todo durante 3 meses?, ¿quién se habría imaginado que se cerraran bares, hoteles, restaurantes?, ¿que se cancelaran las Fallas, la Semana Santa, las asistencia masiva a las uvas en Sol y las Cabalgatas de Reyes?... y ¿quién se imaginaría que apartarse de todos fuera la mejor forma de seguir estando juntos?.

Como os decía, yo no he tenido que sufrir pérdidas, y he podido estar trabajando desde casa, luego he sido, hasta la fecha, una privilegiada en esta pandemia. Aunque también os diré que no ha sido todo color de rosa, y he tenido momentos chungos, este año extraño me ha dado la oportunidad de sanar algunas heridas que aún sangraban por dentro. Y por eso, doy gracias a este año loco y voraz.

¿Qué espero y pido para este 2021?

Espero que se solucione de una vez por todas esta enfermedad, y que hayamos aprendido de nuestros errores para evitar que otras vengan.

Pido que los partido políticos de todo color y clase se unan para luchar conjuntamente en sacar a este país de la ruina económica y sanitaria, que dejen de mirar su propio beneficio por el bien común, que es lo que se supone que llevan por bandera.

Pido que cada uno de nosotros reflexionemos e interioricemos nuestra fortaleza, nuestra solidaridad y nuestras ganas de vivir.

Pido que esa solidaridad no desaparezca y que sigamos ayudándonos siempre... la suma de todos es lo que nos hará fuertes como sociedad. La división nos hará débiles y llenos de tristeza y dolor.

Pido que los pasos que estamos dando para luchar por nuestro planeta sigan hacia delante, que peleemos e implantemos soluciones que garanticen que las generaciones que vienen habiten un mundo sano, lleno de vida y oportunidades.

Pido que la gente pueda tener trabajo, sustento económico, que les permita vivir con dignidad y que tengas oportunidades.

Pido porque nadie sea un "migrante" incómodo, que todos encuentren su sitio, y lo que sería ideal es, que no tenga que salir nadie de su casa, de su país, de su vida, por temas ajenos a ellos mismos.

Pido que cada uno de vosotros encuentre luz y esperanza, e ilusión por seguir siempre hacia delante y que el amor a nosotros mismos y al prógimo se extienda por toda la humanidad.

¡Por un 2021 de cambio bueno para todos!

Hoy es el mejor día para iniciar una nueva vida...

Querid@s amig@s BienSERistas.... mucho tiempo en silencio, sin escribir. Lo sé.. y sabéis qué? os echaba de menos... :)

En este tiempo he estado disfrutando de mi silencio, de mi quietud, de mi introspección, y la verdad... me he disfrutado mucho!

El otro día leía lo que el covid nos había traído, y además de lo que ya sabemos y ojalá no hubiera llegado nunca: incertidumbre, cambio brutal de nuestras costumbres, miedo, dolor, despedidas... también hay una sección de la población que lo hemos vivido como una época de quietud, acogimiento y reflexión. En mi caso ha sido fácil... gracias a Dios no he tenido que vivir situaciones dolorosas en mi familia ni con mis amigos, he podido trabajar desde casa, y de alguna manera, he podido aprender a vivir de una manera más presente cada día.

Me siento agradecida de los momentos que he vivido en mi soledad, en mi silencio, en mi compañía, y lo más bonito que me ha pasado es que he vuelto a hacer las paces conmigo misma y darme un abrazo de esos que no se olvidan. De nuevo me siento en mí, y eso... es motivo de celebración!

Hoy celebramos el solsticio de invierno. Es un día ancestral, que nuestros antepasados festejaban y temían a la vez. El día en que el sol se oculta dejando paso a la noche más larga del año. El día en que se encienden velas en casa como reclamo y guia para que el sol sepa su camino de vuelta y lo veamos aparecer en la mañana. Y es un día de reflexión, y de soltar lo que ya no vale, de despojarse de todo aquello que ya no funciona, de mirarnos bien dentro, sincerarnos y prepararnos para sembrar esa semilla en nosotros que marque lo que queremos ser.

Hoy es un buen día para escucharte en silencio, para sentirte y para dar gracias por todo lo que hemos tenido y nos ha funcionado hasta ahora. Es momento de quietud, de apaciguamiento y de renovación.

Es curioso, porque todo esto coincide con un momento muy particular en mi vida profesional, y ¿sabes qué? que igual es momento de cambio, de nuevos rumbos, de apertura y, por supuesto, de gratitud... 

No sé qué me deparará el futuro, pero lo que estoy segura es que lo voy a abrazar con cariño, con amor, con serenidad y con la seguridad de que cada paso que voy dando me lleva al destino para que el vine a este mundo.

Os mando un fuerte abrazo y ... ¡Feliz solsticio de invierno!

Tal día como hoy, hace 22 años....

Buenos días queridos amigos bienSERistas!

Tal día como hoy, hace 22 años, empecé mi camino para aprender a vivir sin ti, papá. Tal día como hoy, hace 22 años, mi corazón se resquebrajó y partió en mil pedazos cuando supe y entendí que nos habías dejado... Tal día como hoy, hace 22 años, y yo con solo 21, tuve que afrontar tu pérdida y ver cómo los que más quiero sufrían, lloraban y se rompían como yo por dentro...

Tal día como hoy, hace 22 años entendí que la vida es una serie de capítulos que van pasando y que van dejando aprendizajes.... Tal día como hoy, hace 22 años supe que nada volvería a ser lo mismo... tal día como hoy, hace 22 años, reconocí a la madre más fuerte del mundo en mi madre, reconocí a los hermanos más grandes y unidos del mundo en mis hermanos, reconocí a los cuñados más "hermanos" que se tienen sin compartir sangre en mis cuñados, reconocí a la esperanza de un mañana en mis sobrinos, reconocí a la gente que me BIENquiere en mis amigos, reconocí que un pueblo es un hogar en mi gente del pueblo...

Tal día como hoy, hace 22 años, entendí el miedo y el vacío que queda tras la muerte, aprendí que el duelo es mucho peor de lo que cue se cuenta, escuché el silencio y grité sin abrir la boca, lloré hasta quedarme sin lágrimas y vi como, antes que yo, lo importante eran los otros.

Tal día como hoy, hace 22 años, me soprendió como en lugar de preocuparme por mí, lo primero era mi gente y cómo estaban, mi madre y cómo afrontaría todo esto, mis hermanos, cómo lo llevarían, mis sobrinos, que eran muy pequeños, cómo entendían esto.... No sé si a otros les ha pasado, pero la muerte traumática, sin avisar, sin ser esperada, de un padre, a mí, me hizo ver que lo principal para mí era que mi familia estuviera bien, que supiéramos y tuviéramos la fuerza suficiente de superarlo. 

Tal día como hoy, hace 22 años, entendí que aunque la muerte es algo que todos sabemos que nos llegará, nadie nos ha explicado ni enseñado cómo hacerle cara cuando nos llega, de hecho, es algo de lo que no se quiere hablar... y los que han pasado por esto, no cuentan a otros que aún no lo han vivido lo que pasa, lo que se sufre y que... gracias a dios, al final se supera y se prende a vivir con ello, o mejor dicho, sin él.

También, tal día como hoy, hace 22 años, aprendí a dar las gracias por haber vivido 21 años con él, aprendí que lo que quieras decir o hacer, es mejor que lo hagas y no te quedes con las ganas. Supe que tuve un padre fantástico, con sus fortalezas y sus cosas a mejorar, con sus superpoderes de padre y sus errores y debilidades de padre. Aprendí de él su lado más reflexivo, que la gente es lo que nos hace ser comunidad y por ende, humanos, que los chascarrillos bien contados pueden ser divertidos eternamente, que un abrazo con olor a paja seca de la siega es el mejor perfume del mundo, que una mirada suya de orgullo era el cielo para mí, que verlo aparecer por la puerta era estar en casa, que escucharle sus canturreos era el mejor concierto, que era mi padre, el mejor del mundo, y que aunque le echo de menos infinito, sé que está ahí, cada día de mi vida, ahí, viendo como me voy haciendo mayor y me he convertido en lo que soy, una mujer independiente y luchadora, que todavía me junto con la "flota", como a veces me parezco a él contando chascarillos, como aprendí de él que el "desorden ordenado" es una forma de vida, que la familia también a veces se extiende más allá del árbol genealógico y que los chatos de vino, con amigos, son el cielo en la tierra!

Te amo papá! ayer, hoy y siempre!!!!!

Yo, hoy, me permito....

¡Hola!

¿cómo vais? ¿qué tal van esos ánimos? espero que este mensaje os encuentre sanos y a salvo a todos vosotros y a vuestra gente....

Llevo un par de semanas sin escribir, dándome un poco de tiempo para pensar e identificar qué cosa o tema compartir con vosotros... y es que este bicho nos tiene un poco monotemáticos a todos, por lo que no quería volver a dar vueltas y vueltas a este tema tan manido.

Pues bien, hoy he pensado compatir esta reflexión sobre "Hoy, yo me permito"... y es que he de confesaros que hace unos días, me dio un bajón.... Toda la fortaleza y ánimo que han dominado mi cuarentena flojearon.. y por qué? pues por todo un poco entiendo...

Al final, ante la adversidad creo que tenemos dos opciones, o estar llorando por las esquinas, o seguir para adelante anulando muchas veces nuestras respuestas fisiológicas para sobrevivir (como la cebra que corre para huir del león y aguanta dolor, polvo, lo que haga falta para sobrevivir). Y claro, la cebra tiene dos finales.. uno feliz que es salir airosa de las fauces del felino o dos, acabar siendo su comida.. pero desde luego, la cebra no se pasa corriendo dos meses y huyendo de un peligro que no se ve incansablemente, día tras día. 

Por eso, el día que te descuidas, que bajas la guardia, que simplemente haces un toma a tierra y reconoces que lo que está pasando es raro de pelotas, que nadie tiene respuestas, que no sabes cuándo tu vida será como antes, ni siquiera si será como antes, ni siquiera si quieres que sea como antes.... es entonces cuando se caen los esquemas y uno empieza a ver desfilar los miedos, las dudas, los "y sis" y un sin fin de monstruítos que saben tocar la tecla de la preocupación, el miedo y la tristeza.

Al principio, traté de combatirlos... ocultándolos y no haciendo caso, mirando para otro lado, entreteniendo mi mente para no escucharlos... quería apagar su vocecilla dentro de mí a base del despistes... pero, ¿sabes qué? que al final lo que me ha dado resultado en esta ocasión ha sido el "hoy, yo, me permito"...

Os acordáis cuando érais niños o adolescentes y pedíais a vuestros padres permiso para algo... y os lo daban!! .. qué felicidad, qué alegría, qué sensación de triunfo!! lo recordáis? 

Pues bien, yo me he permitido a mí misma caer, regocijarme en mi tristeza, enfangarme en la mugre, meterme en un cajón oscuro, llorar, gritar y dudar de todo, de todos e incluso de mí. Sí, me lo he permitido, me he dejado hacerlo.. y sabes? eso también pasa! No cae un rayo exterminador de la depresión sobre nuestras cabezas... no, no pasa nada... lo único es que me he permitido caer, pero siendo consciente de que lo estaba permitiendo y de lo que estaba sintiendo... y que al final, esto también pasa.

Tomar consciencia de la miseria que a veces sentimos también es una tarea del autoconocimiento, del camino a la liberación.. de ser bondadosos con nosotros mismos, de atendernos y de escucharnos, de permitirnos el recurso de la pataleta, y de volver a evolucionar continua y constantemente... 

Yo, hoy, me permito...

¿De vuelta a la normalidad?

Hola mi querido amigo bienSERista...

Espero que tú y tus seres queridos estéis todos bien, sanos física y emocionalmente. 

Hoy es un gran día. Un día en el que ya todos, niños, mayores y abuelitos, podemos salir de casa a dar un paseo... Aunque tenemos que seguir unos horarios y unas normas, es el inicio para ir dando pasos hacia la normalidad, o tal vez hacia una nueva normalidad. 

Desde ayer, me viene un pensamiento recurrente a mi cabeza, y es... en realidad quiero volver a la normalidad? sí, sí, como lo lees.... estoy con ganas y fuerzas de volver a la normalidad pre-covid? pues si te soy sincera... no, no me apetece mucho.

Me explico; por supuesto hay muchas cosas que quiero retomar... la más urgente es la de poder ir a ver a mi madre y mi familia. Abrazarlos, tocarlos, sentirlos y disfrutarlos en cuerpo y alma. Después, volver a ver a mis amigos, tomarnos una caña mientras nos contamos nuestras cosas y disfrutamos del mero hecho de estar ahí, juntos. Pero quitando esa añoranza del contacto con mi gente, no encuentro ningún gusto en volver a los atascos, a las 10 horas en la oficina, a pasar el día fuera de casa, a no tener tiempo para mí, a ir corriendo de un lado a otro para que me de tiempo a todo... no, no me apetece. 

Soy muy consciente del desastre sanitario y económico en el que estamos inmersos y que perdurará durante un tiempo más. Y me entristece infinito pensar en todas esas vidas perdidas, los miedos vividos, la frustración de nuestros héroes del covid, de la soledad que ha sentido tanta gente, de la pérdida de esperanza, de las despedidas invisibles, de los muertos no llorados y de los llorados en la soledad de una casa...

Pero también, siento como si este tiempo hubiera sido para mí un descanso de mi alma... Poder cesar el ruido externo, abrir los oídos para escucharme el alma, navegar en mis pensamientos, disfrutar de mis libros, de una película, de mi chico, de los peques, de mi casa, del sol en mi cara, del olor de la lluvia y su cantinela en los cristales, del canto de los pájaros, del sonido de la noche, del despertar de cada día sin prisas, de mí, de estar aquí y de ser consciente de estar aquí.

Este parón me ha ayudado a ordenarme por dentro, a disfrutarME, a sanarme, a cuidarme, a hablarme con cariño, a retarme... y a observar mucho. Observar desde la distancia, observar cómo todo se ha ido moviendo a mi alrededor, la gente que antes era y ya dejó de ser, y la gente que no era y ahora es, los cambios de trabajo hacia lo que me llena y me vibra por dentro... 

Me siento muy agradecida. Agradecida de haber aprendido de nuevo a agradecer. Qué curioso que tenga que volverse todo del revés para que nos pongamos del derecho por dentro. Serena y feliz porque en este viaje sin moverme de mi casa me he encontrado.

Y sí, me gustaría que todo lo vivido nos hiciera una mejor sociedad, mejor pueblo, que nos cuidáramos los unos a los otros, que cuidáramos nuestro medio ambiente, que supiéramos discernir entre lo importante y lo secundario, que pudiéramos posar nuestra atención en lo relevante y pasáramos de puntillas por lo supérfluo... pero si te soy sincera, aunque es lo que me gustaría, tengo la total sensación de que todo volverá a la "normalidad" como el agua de una tormenta vuelve a correr por los arroyos labrados en la tierra por la costumbre de pasar siempre por ahí.

Para cambiar tenemos que darnos cuenta de lo que ya no funciona y querer de verdad cambiarlo. Tomar consciencia como primer paso del cambio, pero.... viendo lo visto, ¿creéis que estamos preparados?

Yo os confieso que no, no estoy lista para volver a lo que no me funcionaba. La pregunta es: ¿seré capaz de buscar mi nueva normalidad aunque no encaje con los patrones aprendidos?

Os iré contando queridos amigos...

Os mando un fuerte abrazo y mucho ánimo! ya no queda nada para volver a la "normalidad".

Todo llega y todo pasa...

Hola querido amigo bienSERista!

Espero de todo corazón que estés bien, así como tu familia y amigos en estos duros y raros tiempos que nos toca vivir.

Como titula mi reflexión de hoy.... Todo llega, todo pasa.... y la incógnita es cómo me enfrento yo a ello; es decir, las cosas nos vienen como nos vienen y siempre acaban pasando, la cuestión es cómo vivo yo el antes, el durante y el después y como me lo monto para salir fortalecido.

Esta situacion del Covid-19 es un buen ejemplo para hablar de esto. Cada uno de nosotros vivíamos nuestra vida como podíamos, sabíamos y/o queríamos. Yo por ejemplo, vivía en una mezcla entre el deber y el placer, trabajando duro en mi puesto de trabajo y disfrutando en mi tiempo libre de mi reconexión con mi yo interior haciendo lo que más me gusta, que es estudiar mi querida Medicina China, poner en práctica lo aprendido con mi gente y ver entusiasmada cómo funciona de bien, buscar momentos de silencio y quietud y escuchar a mi gurú Óscar Montero en el camino hacia el Vedanta.

Esa es la parte bonita, pero también estaban mis momentos no tan trascendentales como eran el miedo a no ser lo que se espera de mí, descubrirme a mí misma con sentimientos no tan nobles como pueden ser la envidia o la queja continua, la frustración cuando me pregunto si estoy donde me gustaría estar y a veces ver que o no lo tengo muy claro, o la respuesta es: todavía no.... 

El caso es que en ningún remoto lugar de mi cerebro me habría imaginado yo que esto nos iba a pasar a todo el mundo, a toda la sociedad, a todas las clases, a todos como un TODO. Y claro, cuando una cosa así te llega, pues lo primero que aflora es esa gran incertidumbre a veces bañada de irrealidad que me hace verme como en una película de extraña trama.

Si piensas un momento en qué has pensado y cómo te has enfrentado a esta situación estos días, las respuestas pueden ser todo lo diversas como diferentes somos los unos de los otros, pero creo que el sentimiento más extendido se podría decir que ha sido: el miedo. Miedo a contagiarnos, o que alguien a quien queramos lo haga, miedo a la muerte, miedo al cambio, miedo a la llamada de teléfono, miedo a quedarnos sin comida, miedo a quedarnos encerrados, miedo a a nosotros mismos, miedos al silencio, miedo al abandono, miedo al y ahora qué hago, miedo al qué será, miedo al miedo....

Y está bien... tener miedo es lo más normal en estas circunstanicas, y bueno es etiquetarlo y clasificarlo para poder entender cosas que nos afectan de raíz. El miedo es lo que mueve el resto de emociones que estamos teniendo estos días... y el miedo es lo que hay que mirar de frente y ponerle nombre y apellidos, vestirlo de gala y ponerlo a bailar. Y por qué digo esto... porque tenemos que familiarizarnos y relacionarnos con él, conocerlo y hacerlo nuestro; sólo así lo podremos vencer.

Y vencerlo para qué? pues para que nuestras acciones y reacciones sean basadas en la realidad, en lo racional, en lo necesario, en lo inmediato, en lo que sí está pasando en nuestro aquí y ahora, en lo que podemos enfrentar y acometer, en lo que está en nuestra mano, en arrimar nuestro hombro desde la serenidad, en practicar la aceptación. Vencer el miedo o al menos, aprender a manejarlo, es un reto que podemos trabajar estos días y que nos acercará un pasito más a la liberación de nuestra mente y nuestra alma... 

Todo llega, todo pasa... y lo importante es saber vivir con ello y lo más fundamental aún, aprender de ello.

Os mando un fuerte abrazo, que os cuidéis muchísimo y ... hasta la siguiente reflexión!

Si quieres dejarme tu opinión y tus reflexiones, estaré encantada de leerte.

Un abrazo mi querio amigo bienSERista!

Si Mahoma no va a la montaña....

Hola a todos, mis queridos amigos bienSERistas.

Antes de nada, espero que todos vosotros así como vuestros seres queridos os encontréis sanos y a salvo de este virus que ha puesto la vida del revés. 

Iniciamos un fin de semana más en confinamiento... y éste justamente con un poco de ritintín porque además marcaba el inicio de las ansiadas vacaciones. Una época de descanso, esparcimiento y diversión y que ahora nos vemos con el reto de adaparnos a la situación que nos toca vivir.

Desde luego este bicho, a mí personalmente, me está haciendo replantearme absolutamente todo, en cómo busco nuevas formas de relacionarme con mi familia y amigos, con mi pareja y mis bienhijastros, con mis colegas de trabajo, con mis vecinos... y lo más retador, conmigo misma.

Este ínfimo microorganismo con colosales consecuencias nos ha paralizado como sociedad, y nos ha mandado al rincón de pensar. 

Es por ello un buen momento de reflexión, de revisión, de orden, de limpieza, de desaprendizaje y reseteo para enfrentarnos al día a día y desde luego, trabajar para abrir mucho la mente para lo que esté por venir.

No lo digo sólo por el reto que aún tenemos por delante permaneciendo aislados en nuestras casas y seguir acompañando en el silencio y con los aplausos de las 20:00 de la tarde a los héroes de todo tipo que han pasado de la invisibilidad al reconocimiento absoluto de todos nosotros.  O de alguna manera, encendiendo velas en nuestras almas en honor a todos los que nos están dejando en esta triste situación... 

Me gustaría plantear este reseteo y apertura al cambio desde una perspectiva positiva... porque creo que la enfermedad del siglo XXI como es el consumismo, la falta de espiritualidad, la falta de ética, de amor, de solidaridad, de orden, de humildad, de cuidado entre nosotros y a nuestra naturaleza...ha estallado y sin saber muy bien cómo, la vida nos ha parado en seco y nos pide que esto que ya ha caducado, que ya no sirve, se revise y se cambie.

Si el ser humano no paraba para replantearse cómo sobrevivir y evolucionar como sociedad comprometida con ella misma y con la vida, pues va la vida, y nos para en seco. Ya lo decía el famoso dicho: "Si mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma". 

Se necesitaba a gritos un replanteo de las cosas, de la economía, de la política, de la sociedad, del medio ambiente, de la psicología... de todo. Nuestra sociedad estaba enferma y estábamos enfermando a nuestro sustengo: la Tierra, el medio ambiente, la naturaleza. Qué curiso esta teoría del equilibrio que busca el balanceo entre el desarrollo y la vida. Ahora lo importante es confiar y trabajar para que esto ocurra; que seamos capaces de evolucionar como especie, que seamos un súper humano en toda regla, que nos cuidemos los unos a los otros, que busquemos el equilibrio y el bien antes de la injusticia y el abuso... qué bueno encontrar nuestra nueva verdad que nos guie hacia nuestra superviviencia.

Da la sensación como si en este caos desordenado el orden fuera su único fin y leitmotive... como si las cosas se descolocaran y se pusieran patas arribas para volver a encontrar su sitio... casi parece como si la muerte nos diera la oportunidad de poder sobrevivir.

Os mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos para que sigáis bien.

Hasta pronto!

Separarnos es unirnos...

Hola amigo bienSERista!

Los días de este aislaminto van pasando poco a poco... estoy segura que en unas semanas esto habrá pasado y podremos ver en la distancia todo lo que nos ha ocurrido a nivel de mundo, de sociedad, de personas y de nosotros mismos.

Yo si os soy sincera no estoy llevando mal el encierro. Gracias a Dios tengo una casa lo suficientemente amplia como para tener mi espacio, con una terraza que me da la vida... en estos momentos poder salir al exterior es un privilegio, soy muy consciente de ello.

Intento escuchar o ver lo justo las noticias y trato de aplicar lo que me piden, que es quedarme en casa, salir lo menos posible o nada y mantenerme fuerte física y emocionalmente. 

La incertidumbre me visita, como a todos, pero aquí también he de deciros que me aplico dos premisas: 

- Poner en práctica el famoso mindfullnes: el aquí y ahora, que en estos momentos es un salvavidas... pienso que estoy aquí, hoy, ahora, y que mañana, ya veremos. Este pensamiento me permite concentrarme en el ahora, en lo que estoy haciendo o tengo planificado hacer durante el día, sin prestar demasiada atención a mañana. Mañana ya llegará, y esto es una carrera que sólo se puede ganar paso a paso, día a día, fase a fase.

- Sé, y estoy segura, que pase lo que pase, me enfrentaré a ello, con fuerza y con resiliencia. Esto me permite guardar la calma y serenarme, pues confío en mí y sé que pase lo que pase, la vida sigue, y yo, voy a seguir con ella... 

Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa podemos hacer?. Estamos en un momento que nadie, en sus peores pesadillas, habría imaginado, aunque en el fondo, creo que muchos de alguna manera lo esperábamos...  Al menos, a mí, en el fondo de mi alma, no me sorprende que estemos en una situación así... llevaba tiempo pensando que la tercera guerra mundial sería biológica o nuclear... y mira, parece ser que esta guerra no ha sido provocada por las personas (o eso dicen al menos), pero sí por la vida. Nos ha llegado un enemigo invisible, rápido, cruel que se está cebando con los más débiles y que está minando la fuerza de nuestros sanitarios, fuerzas de seguridad, reponedores, trasnportistas, agricultores, etc., etc... Como si en un estado de guerra estuviéramos, vivimos con los hospitales colmados y con personas que tienen que decidir por la vida de otras personas... 

He de deciros que a nivel sociológico estamos en un momento único del siglo XXI... que ojalá no hubiéramos vivido, pero que estoy segura que ha llegado para hacer tambalearse los valores y los pilares de una sociedad ya caduca, enferma e ineficiente.

Quién sabe si todo esto no romperá los modelos socio-enconómicos y políticos del mundo... quién sabe si el esperado cambio está llegando con este "revolcón", quíen sabe si ahora tendremos otras prioridades y otros esquemas de vida, quíen sabe si aprenderemos a relacionarnos de otra manera y todos seremos uno...

Me despido con esta paradoja de la vida que me invita a reflexionar y pensar: ahora, separarnos es unirnos... estar solos es estar juntos... no compartir es ser solidario... amar es no ver ni tocar... cuidar es no visitar.. y ayudar es no hacer nada.

Os mando un fuerte abrazo y deseo que vosotros y vuestros seres queridos estén todos bien!

Hasta pronto, querido amigo bienSERista!

Cuando David se vuelve Goliat...

Hola mi querido amigo bienSERista...

En estos momentos de aislamiento y reflexión, no quería dejar de compartir contigo estas palabras, y seguir tejiendo este hilo del BienSER que nos conecta en la distancia...

Todos estamos inmersos en una adaptación a esta nueva situación, encerrados en casa todo el tiempo posible, con nuestras parejas, hijos, o solos...lo que sí es cierto es que todos estamos tratando de encontrar nuestra estabilidad dentro de este caos.

Para mí es curiosa la sensación, ya que estoy en casa, disfrutando de ella y de mis espacios, y no tengo la sensación de la realidad como es.. no tengo miedo. Mi máxima preocupación, aparte de orar porque esto se venza y sufra la menor gente posible, es mi madre, que está dentro de la población de riesgo con problemas además cardiovasculares y vive en un pueblo pequeñito.

También sé, es que en estos días, ver mucho la televisión y las noticias sobre el coronavirus no ayuda a guardar la calma necesaria para sobrellevar esta situación. Alimentar la "fiera" del miedo no es mi objetivo, así que trato de mantenerme al margen de todo, informándome en los canales que me dan confianza y sólo un parde veces al día.

Tengo dos mensajes claros para sobrellevar esta situación: uno es que si me encuentro mal me vigile y si tengo dudas llame a mi centro médico o al teléfono habilitado para tal fin, y dos, que aguantemos el tirón por nosotros y por todos; por los más ancianos, los más débiles, los enfermitos... por todos #mequedoencasa. 

En este post hay varias reflexiones que me gustaría compartir contigo:

1- Estamos siendo testigos del comienzo de una nueva forma de vivir: esta situación nos está forzando a desaprender y aprender de nuevo, a que la libertad ahora se deja a un lado por el bienSER y ESTAR general y que nuestra seguridad como la del otro es una prioridad global, de todo el mundo, con una sola voz. 

El teletrabajo se está instaurando como normalidad y estamos evolucionando a una metodología donde la presencia no es importante, calentar la silla ya no es viable y nos piden coordinación, colaboración, honestidad, priorización y flexibilidad. Gran cambio necesario que yo personalmente, trato de disfrutar y buscar su lado positivo cada día.

2- Ante una emergencia climática, o nos paramos, o la vida nos para: no os ha pasado alguna vez que estando súperestresados, sin parar, con millones de cosas por hacer, de pronto caemos enfermos con una gripa, o nos hacemos un esguince que nos obliga a parar y cuidarnos? pues bien, esto es como veo yo esta parte. De todos es ya conocido, y dudo que haya mucha gente que de verdad lo ponga en duda, que estamos ante una emergencia climática. Los modelos económicos ya no son sostenibles, y era urgente un cambio. Es alucinante como cuando nuestros gobiernos y las personas de poder no han llegado a acuerdos reales que luchen contra esta realidad va la vida y nos frena en seco.

Con esta situación de "reclusión en casa", los desplazamientos y uso de combustibles fósiles ha disminuido muchísimo, nuestras ciudades respiran, y además, ha llegado esta primavera adelantada que nos ha permitido también abandonar la calefacción por unos días. La "boina de contaminación" sobre Madrid se ha reducido y a nivel globlal, también sumamos la reducción drástica de vuelos y otros medios de transporte, se ha reducido la fabricación y el consumismo idiotizador de comprar y comprar cosas que, ahora mismo, nos damos cuenta de la poca importancia que tienen. Ha salido a la luz que las necesidades básicas son las que tenemos que cuidar y tratar de asegurar que todos las tengan: alimento, acceso sanitario y a los medicamentos. 

3- Volvemos a reconocer a los profesionales necesarios sí o sí en momentos de crisis: hace unos días, los sanitarios sobre todo, eran muchas veces agredidos y considerados unos mediocres que no tenían ni idea, dudábamos de sus diagnósticos... hoy, son nuestros salvadores, y toda la sociedad española nos unimos en una hora acordada a reconocerles su importancia, su trabajo, y su solidaridad. Sin ellos estamos perdidos, y ya era hora de que nos diéramos cuenta. Y qué decir del personal de los supermercados, alargando turnos, reponiendo sin descanso, y exponiéndose para evitar que entremos en pánico sin comida que comprar.

El yo se deja a un lado, y se piensa en el nosotros, y eso, amigo mío, es algo que de alguna manera, se pedía a gritos. En una sociedad individualista, la comunidad se hace hueco... y esto es volver de alguna manera a los orígenes, a lo que nos une, a lo que nos hace más fuertes.

Sirva este post para daros públicamente, a todos vosotros, sanitarios, personal no sanitario de hospitales y centros médicos, reponedores, cajeros, bomberos, policías, farmaceúticos, etc, etc, etc... un sincero y amoroso GRACIAS!!!

4- Los valores y creencias antiguas se están revisando: con esta situación, y sin buscarlo, la sociedad antigua y sus valores y creencias de otros tiempos se están viendo revisados. Ahora, tenemos que tratar de unir estas dos sociedades que se han creado: la solidaria y la que va a su bola. Tenemos que unirnos en una sola voz y en una sola alma para entre todos luchar contra esta situación. El "yo primero" ya no funciona, ya no es válido... ahora predomina el todos, el juntos y el unidos.

Recuperamos momentos con nosotros mismos y con nuestras familias. Buscamos entretener a los más pequeños y cuidarnos los unos a los otros. Volvemos a poner en práctica los mejores hábitos de la convivencia y desechamos la queja y la artificialidad. Desempolvamos viejos trucos, juegos, maneras de entretenernos en familia o solos creando estas pequeñas islas en nuestras propias casas.

5- Cuando David se vuelve Goliat: y resulta, que cuando nos creíamos invencibles, superiores, indestructibles, va, y viene David con su pequeñez y apariencia débil y nos pega un requetequete que nos paraliza como sociedad, se extiende entre nosotros aumentando nuestros miedos más irracionales y se vuelve una realidad invisible con consecuencias reales y más que visibles. 

Creo que hemos menospreciado lo que se nos venía encima, y sí, hay responsables que no han comunicado y tomado las medidas oportunas cuando debían, más preocupados en los efectos económicos que en los sociales... pero también nosotros... ahora que tenemos una responsabilidad como sociedad, que nos piden quedarnos en casa, ahora es cuando tenemos que demostrar que somos uno, que nos cuidamos, y que entre todos, vamos a poder con este David y salir como una sociedad fortalecida.

Os mando un beso muy fuerte y encantada si me enviáis vuestros comentarios y reflexiones a esta situación!

Hasta pronto bienSERistas!

Porque soy mujer....

Hoy es 8 de marzo, se celebra el Día Mundial de las Mujeres, y siempre, cuando llega este día, abro un huequito para la reflexión y el recuerdo. Ahora con el blog, aprevecho para compartirlo contigo. :)

Hoy se abre la ventana al recuerdo, a mis antepasados mujeres, amas de casa y labriegas, entregadas cuidadoras y la mayoría de veces, no tan bien cuidadas, madres, esposas, hijas...  Hoy estaba pensando en mis abuelas y en las madres de mis abuelas, y en las abuelas de mis abuelas.. y me preguntaba... ¿Qué les pasaría a ellas por la cabeza si estuvieran ahora mismo aquí y vieran como está el mundo?. Estoy convencida que por un lado se sentirían desconcertadas... porque su educación las enseñaba desde pequeñas cuál era su sitio, y su sitio era tan restringido como el espacio que les dejaban los hombres, las leyes creadas por hombres, y la iglesia regida por hombres. También pienso en ellos, y es cierto que tampoco podían elegir mucho, al menos en mi familia, donde sucedían a sus padres en las labores del cuidado de la tierra y los animales. Educados en la austeridad, el esfuerzo, en llamar de usted a sus padres, duros, fuertes, y a veces, no tan "compañeros de vida" como les habría gustado ser si hubieran bebido otras momentos culturales.

Estoy convencida mis abuelas no se planteaban ni la mitad de la mitad de la mitad de nuestras reivindicaciones, y no por miedo, sino porque no las veían, porque no se veían, y si se vislumbraban, ya se encargaban otros de taparlas... porque no se consideraban ni siquiera un derecho. 

Pero también estoy convencida que se sentirían orgullosas de vernos, estudiantes universitarias, madres, trabajadoras, políticas, médicas, jefas de obra, mecánicas, peluqueras... y un gran etc de nosotras ahí fuera, iguales, fuertes, luchadoras, sin miedo....

Muchas veces me paro a pensar que hace no tanto, la mujer no tenía derecho al voto, no tenía cuentas en el banco, no podía hacer nada si su marido no se lo permitía, si le levantaban la mano, era porque había hecho algo malo ella y se lo merecía. Su obligación era "ser mujer" como otros habían escrito el papel y no salirse de ahí, y entonces, yo creo que creaban sus espacios de mujeres donde podían tener sus conversaciones buscando la empatía y ofreciendo la suya.. y ojito si eran más listas de la cuenta... que hace siglos, incluso, eran acusadas de brujería y podían arder como sus ilusiones por un mundo justo, igual.

Pienso en ellas y en qué les diría si las tuviera ahora mismo aquí. Les diría GRACIAS... gracias por haber sido, por haber cuidado, por haber parido, por haber estado siempre ahí. Les diría... sé que lo que vivisteis tuvo que ser así, que hicisteis lo que pudisteis y supísteis hacer, y que así son las cosas, y así están bien. Les daría un fuerte abrazo y les dejaría sentadas en un corro, alrededor de la lumbre, remendando los calcetines, con sus abultadas faldas, sus mandiles, sus toquillas y sus pañuelos en la cabez. Mujeres fuertes, valientes, resilientes, templadas, sabias... MUJERES en toda regla!

También les contaría todo lo que somos capaces de hacer ahora, les contaría que somos independientes, listas, autosuficientes, que podemos elegir, que podemos decidir... que podemos votar, conducir, abrir una cuenta bancaria, incluso decidir ser madres solas... y tambíen les contaría que aún queda mucho por hacer, pero que no nos vamos a rendir, nunca!. Y que por suerte hay muchísimos hombres que buscan lo mismo que nosotras, porque entendemos que esto no es cuestión de sexo, es cuestión de humanidad, y que a ojos del mundo, todos somos iguales. No estamos solas en esto... y que la igualdad, incluso más allá del género; la igualdad es algo que por derecho deberíamos tener todos los seres humanos, todos los seres vivos... y que cuidarnos los unos a los otros haría que desaparecieran muchas tormentas y tormentos que hacen sufrir a esta gran raza.

Yo me comprometo con ellas a ser mujer, a educar a mis bienhijastros en la igualdad, a buscar mi camino y acompañarlo de quien bien me quiera, de ser lo que quiera ser, tanto en mi vida personal, como en la profesional... que ningún hombre o mujer tiene el derecho sobre mí ni tiene el poder sobre lo que yo soy.

Por vosotras, por todas, por ellas, hoy me declaro mujer, orgullosa, grande, fuerte, luchadora, amorosa, realista... me declaro digna heredara de mis antepasados, hombres y mujeres, a los que voy a recordar con orgullo y sobre todo, con una mirada de aprendizaje y entendimiento de lo que a cada uno nos ha tocado vivir.

Un abrazo BIENseristas! un abrazo, mis pequeñas BIENluchadoras!

Cuando la vida te permite despedirte....

Hola a todos;

hoy estreno esta seccion con mi primera reflexión... que más que reflexión, es una carta de despedida, de decir adios... de dejar ir...  

Mi tío está muy malito en el Hospital, y sé que le quedan horas, ni siquiera días, porque ya le han quitado la diálisis y todos sabemos que es significa que llegó el momento de  despedirse.

He tenido la gran suerte de poder cogerle la mano, acariciarla por un rato, sentir su calor, su piel ya curtida por los años y el trabajo, y de irme con un beso mutuo. Sé que no era consciente del regalo que me hizo con ese beso...  y el regalo también de poder decirle adios.

En mi vida es la primera vez que me despido así de alguien a quien quiero... Siempre han pasado las cosas como y cuando han tenido que pasar sin tiempo ni siquiera de darme cuenta de que estaban pasando en realidad. Sin anestesia y a bocajarro.

Tengo esa sensación de serena tristeza porque sé que ha vivido bien... ¡él sí que ha BIENvivido!. Todo un señor de los pies a la cabeza, el más guapo de todos los hermanos (sorry papi ;), con su bigote perfecto y eternamente bien recortado... con su familia; sus hijas, yernos y sus nietos y biznietos que le han hecho feliz. Con sus 97 años tenía una energía de esas que no entiendes... con muchos años de diálisis llevándolo con una dignidad tan suya... tan él...

Y su amor a mi familia... a mi padre, a mi madre, a la que ha visitado todos y cada uno de los días que pasaba en el pueblo, acompañaba en la charla matutina (muchas de ellas las he disfrutado yo en mis desayunos en el pueblo), y luego se llevaba el periodico enrrollado bajo el brazo, para "leerlo luego"... con su preocupación por mis hermanos, por la hacienda de la familia, por mis hermanas, cuñados, sobrinos... y por mí. Siento de cerca el brillo en sus ojos cuando me miraba y me decía... "¡Hombre... pero si está aquí la Silvia!".... el gran jefe del clan Arribas.

Me regalaste el poder decirte adios... mejor dicho, buen viaje... y pedí a mi padre y tío que se te han adelantado, que te esperen allá donde estén con una buena fiesta marcada por la dulzaina y el chato de vino... o vino en porrón y bebiendo a cañete...

Me siento muy feliz de mi raza, de mi gente, de mi apellido y de mis ancestros. Labriegos castellanos,  duros, currantes, curtidos, proveedores de sustento a grandes familias, y de mujeres fuertes, pilares de los hogares, sabias de la vida, conocedoras de lo que esconden nuestros ojos que nuestras palabras quieren ocultar.

Gracias tío ...y ...buen viaje....

Comentarios

Tere

24.03.2020 19:31

Bonita y emotiva reflexion.

Mónica

08.03.2020 21:39

Preciosas palabras, y sentimientos que se asoman a ellas!

Rocio

15.02.2020 08:13

Debe ser más fácil despedirse cuando un familiar cumple 97 años y además bien vividos, que cuando la Vida te lo arrebata con muuchos menos y sin apenas avisar.... ahí, no quieres decir adiós.....

BienSER, más allá del BienESTAR

16.02.2020 14:20

Sí, creo que sí... Yo he vivido las dos cosas y desde luego uno entiende que es ley de vida cuando la persona ya tiene una edad que cuando se nos va antes... aunque el decir adios, siempre duele...

Comentarios recientes

24.03 | 19:31

Bonita y emotiva reflexion.

08.03 | 21:39

Preciosas palabras, y sentimientos que se asoman a ellas!

16.02 | 14:20

Sí, creo que sí... Yo he vivido las dos cosas y desde luego uno entiende que es ley de vida cuando la persona ya tiene una edad que cuando se nos va antes... aunque el decir adios, siempre duele...

15.02 | 08:13

Debe ser más fácil despedirse cuando un familiar cumple 97 años y además bien vividos, que cuando la Vida te lo arrebata con muuchos menos y sin apenas avisar.... ahí, no quieres decir adiós.....

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